No en vano, la marca Copic ha conseguido establecer sus rotuladores como el epítome del marcador de trazado. La base de su éxito reside principalmente en la propia tinta. La tinta a base de alcohol se puede mezclar sin dejar rayas y, a diferencia de las tintas a base de agua, no disuelve la tinta de la impresora ni del tóner.
Con accesorios como el Copic Blender se pueden realizar transiciones suaves, abrillantados y correcciones. Puedes elegir entre un total de 358 tonos de tinta de secado rápido, resistente a las manchas y al agua. Por si fuera poco, los colores también se pueden mezclar entre sí, ¡así que no encontrarás el final del arco iris!
Los distintos rotuladores, con sus diferentes puntas y accesorios, no sólo son adecuados para las ilustraciones de cómics y manga. También son muy populares en el campo del diseño gráfico y de productos, así como entre los arquitectos.