El físico Edwin Herbert Land fundó la Polaroid Corporation en Cambridge (Massachusetts) en 1937. Inicialmente comercializó la película polarizadora "filtros Polaroid" desarrollada por Land y patentada en 1933. El gran éxito de la empresa estaba aún por llegar: en la reunión de 1947 de la Optical Society of America, Land presentó por primera vez una cámara que utilizaba un proceso de revelado rápido. Una imagen terminada estaba lista en sólo 60 segundos.

Dato curioso: según la leyenda, fue la hija del físico y su deseo de poder ver las fotografías inmediatamente después de tomarlas lo que impulsó a Land a dedicarse a la invención de una cámara instantánea.

Las imágenes de la cámara, conocida como Land Camera, eran inicialmente en blanco y negro y posteriormente en color sepia. La fotografía instantánea no adquirió color hasta 1963, con la introducción de la película Polacolor.

Otra innovación fundamental se introdujo en 1972 con la película integral SX-70: todos los componentes necesarios para el revelado estaban ahora contenidos dentro de la imagen. La cámara del mismo nombre fue también el primer modelo SLR plegable del mercado.

A principios de los 80, le siguió la película 600, que facilitaba a los fotógrafos principiantes la toma de fotografías instantáneas. Comparada con sus predecesoras, esta película mucho más sensible a la luz sigue estando disponible hoy en día y es compatible no sólo con las cámaras originales de la época, sino también con los nuevos modelos i-Type.

Con la llegada de la fotografía digital en los años 90, a los tiempos de éxito de Polaroid siguieron otros menos favorables. La fotografía instantánea perdió importancia. A la primera insolvencia de la empresa siguió una segunda tras varias absorciones. Gracias a la start-up Impossible Project, esto no significó el fin de la fotografía instantánea Polaroid. En 2008, compró la fábrica de películas de Enschede, reanudó la producción y, no menos importante, desarrolló nuevas ideas para traer las cámaras instantáneas al aquí y al ahora.

A diferencia de las fotografías digitales, los resultados obtenidos con una cámara instantánea apenas pueden planificarse. Las imágenes no se pueden editar. Y si quieres reproducirlas, primero tienes que escanearlas o fotografiarlas.

Entonces, ¿cómo es que las fotos con su característico marco siguen ejerciendo una fascinación tan grande? La respuesta más obvia es seguramente que las fotos instantáneas Polaroid no sólo ofrecen una gran dosis de nostalgia a sus competidoras digitales, sino también una autenticidad aún mayor. Cada foto tomada tiene algo que rara vez se encuentra en el mundo digital: es única.