Faber-Castell

La tradicional empresa Faber-Castell es casi sinónimo de instrumentos de dibujo y escritura de alta calidad. Desde Stein, cerca de Nuremberg, los lápices de la marca conquistaron el mundo y allanaron el camino a los lápices de colores, portaplumas, fineliners y mucho más.

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Faber-Castell: una empresa con historia

Lo que empezó en 1761 en Stein, cerca de Nuremberg, con un negocio familiar de fabricación de lápices, se ha convertido a lo largo de los siglos en una empresa que opera a escala mundial. Faber-Castell, propiedad de la familia durante nueve generaciones, es hoy uno de los fabricantes de colores y lápices más conocidos y de mayor éxito.

Ya en el siglo XIX, la empresa tenía sucursales en importantes centros comerciales, como Nueva York, Londres, París y San Petersburgo. Actualmente, la marca tiene representantes en más de 120 países. Más de 6.500 personas en todo el mundo trabajan para desarrollar y producir instrumentos de escritura y dibujo de alta calidad, así como sofisticados accesorios escolares y creativos. Faber-Castell concede gran importancia a un enfoque sostenible y socialmente responsable.

El surtido

El surtido

Faber-Castell produce más de 2.000 millones de lápices de madera al año. Y la gama ya no se limita a los lápices clásicos. Los lápices de colores Faber-Castell especiales para niños aportan color al papel. Las variantes para artistas ofrecen un trazo de color extra rico. Los lápices acuarelables de alta pigmentación, como la gama Albrecht Dürer, invitan a dibujar y acuarelar. Y si busca un lápiz de tinta que sea permanente y resistente a la luz, el Faber-Castell Pitt Artist Pen B es una buena opción. Descubre también las plumas estilográficas, bolígrafos, subrayadores, gomas de borrar y sacapuntas de la marca en Modulor.

El producto que lo empezó todo: el lápiz Faber-Castell

El producto que lo empezó todo: el lápiz Faber-Castell

Ya sea como instrumento de dibujo o de escritura, los lápices son fáciles de usar. No manchan, se pueden guardar en el bolsillo sin dudarlo y corregirlos es incluso un juego de niños.

Las variantes clásicas de Faber-Castell no son una excepción y tienen aún más que ofrecer: Desde los años 60, la mina de los lápices de madera de la marca se pega al cuerpo de madera no sólo en algunos puntos, sino en toda la longitud del lápiz. Este encolado seguro patentado garantiza que la mina se rompa con menos rapidez. Además, los lápices y portaminas de colores fabricados en Europa llevan un barniz al agua respetuoso con el medio ambiente.

Uno de los lápices Faber-Castell más populares es el Castell 9000, introducido en 1905 por Alexander Graf von Faber-Castell. Puede elegir entre una amplia gama de durezas al seleccionar este lápiz clásico, lo que le ofrece una gran variedad de opciones de aplicación.

¿Busca un modelo ergonómico que se adapte especialmente bien a su mano? El Grip 2001 combina una forma triangular con finas protuberancias: la Grip Zone patentada.

Descubra toda nuestra gama de portaminas Faber-Castell, incluyendo diferentes variantes de minas de embrague y portaminas.

Se llena de color con Faber-Castell Polychromos

Se llena de color con Faber-Castell Polychromos

Desde 1908, los lápices de colores Faber-Castell Polychromos han deleitado a artistas y pintores aficionados con sus colores suaves y brillantes. La gama incluye 120 tonos y hace honor a su nombre, que proviene del griego y significa "muchos colores". Los lápices son resistentes a la rotura y a la luz, a las manchas y al agua, y resultan excelentes para pintar.

Faber-Castell: sostenible por convicción

Como empresa tradicional con una larga y agitada historia, Faber-Castell considera su deber actuar de forma sostenible. La marca posee 10.000 hectáreas de bosques propios. Con esta superficie, cubre gran parte de sus necesidades de madera y, al mismo tiempo, se asegura de que alrededor de 900.000 toneladas de CO₂ queden limitadas. Por tanto, las instalaciones de producción propias de la empresa pueden calificarse de neutras desde el punto de vista climático. Alrededor de 1/3 de los bosques de la empresa en Brasil se dejan deliberadamente sin gestionar. Sirve de refugio para animales y plantas.

Faber-Castell sólo utiliza madera certificada para la producción de sus lápices (más del 90% procede de bosques con certificación FSC). La empresa ya cubre la mayor parte de sus necesidades energéticas con fuentes renovables. Además, trabaja constantemente en nuevas mejoras para que sus operaciones sean lo más respetuosas posible con el medio ambiente, los recursos y la sociedad.

Es interesante saberlo: La Carta Social de Faber-Castell es un acuerdo de validez mundial por el que la empresa se compromete a cumplir las normas recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Además de la seguridad laboral, esto incluye, por ejemplo, la prohibición del trabajo infantil y la igualdad de trato de todos los empleados.